ACTIVIDAD 3.2

AUTOEVALUACIÓN DE MI PRÁCTICA COOPERATIVA...

He de confesar que, a la hora de redactar este 'post', no soy demasiado novata en esto de trabajar colaborativamente...

Hace ya dos años, la casualidad quiso que visitara un aula donde se trabajaba aprendizaje colaborativo y... flechazo!!!!

Es por eso que manifiesto, con cierta experiencia, mi apuesta y entusiasmo a favor de esta forma de aprender.
No obstante, no puedo decir que la haya incorporado plenamente en mi labor docente pero sí que no pasa un curso sin dedicar una parte del período lectivo al desarrollo de algún proyecto o del propio curriculum estándar.

Sí debo reconocer que no es una práctica imperante en mi 'día a día' y esto es un reto que tengo encima de la mesa y que creo voy a recorrer.

Podríamos decir que el 75% de mi trabajo se hace siguiendo una metodología clásica, con aprendizaje individualista y nunca competitivo. Sí abundan 'momentos' de cooperación pero sin llegar al apogeo de lo que puede reconocerse como aprendizaje cooperativo.

Cuando nos disponemos a trabajar colaborativamente, observo todos los aspectos que definen este tipo de aprendizaje, a saber, grupos entre dos y cinco, desarrollo interpersonal y grupal, grupos heterogéneos, tareas complementarias para cada miembro del grupo, evaluación individual y grupal, usado para cualquier tipo de contenido...

Aún así, imperativos (reales o ficticios) temporales en cuanto a programación y sincronización con el resto del departamento hacen que no haya extendido este estereotipo de aprendizaje a la totalidad de mi actividad docente por lo que, intento incrementar paulatinamente este 'modus operandi' para que cada vez ocupe más y más parte del currículum.